lunes, 19 de noviembre de 2012

Las Instituciones públicas responsables
Los Ministerios responsables del gasto social son, en orden de importancia según el porcentaje del gasto que controlan, el de Trabajo (48%), que es responsable de la seguridad social, seguido por el de Educación (27%), Interior (12%), Salud (7%), Vivienda (4%) y Justicia (1%).
Del total del gasto social que llega a los hogares, un 39,2% beneficia al 40% de los hogares más pobres de Chile. Este 40% de hogares aparece recibiendo sus transferencias de las escuelas y liceos en un 29%, del servicio de seguro social en un 26%, de las Municipalidades en un 13%, del Sistema Nacional de Servicios de Salud en un 12%, de las restantes cajas de previsión en un 7%, del SERVIU en un 5% y del Servicio Nacional de Menores (SENAME), de las Universidades y de la Junta Nacional de Jardines Infantiles en porcentajes menores.
Los programas de empleo, capacitación laboral, alimentación escolar y becas, atención a preescolares, alimentación complementaria vivienda y otros del Fondo Social tienen Recursos Fiscales asignados a secciones explícitas de la ley de presupuesto.
El Ministerio del Trabajo y Previsión Social es responsable de la política previsional en lo que concierne a pensiones generales, asignaciones familiares y subsidios de cesantía para quienes son o han sido parte de la fuerza laboral activa. Cerca de un 70% de estos beneficios se entregan por el SSS y el 30% restante por las demás cajas de previsión, aún cuando los montos económicos involucrados son diferentes.4
LA ACCIÓN GUBERNAMENTAL CONTRA LA POBREZA
Los programas
El gobierno administra en Chile más de treinta programas que define como de carácter social, con el objetivo de reducir o aliviar la pobreza extrema. Algunos, sin embargo, son más bien servicios sociales públicos tradicionales que en el país se habían instaurado hace muchos años como respuesta del Estado a las demandas sociales de un pueblo crecientemente organizado. Entre estos programas se encuentran los de seguridad social, educación básica gratuita y salud.
Aparte de estos tres, los programas sociales más especificamente dirigidos a los grupos de extrema pobreza son los siguientes:
  • Programas especiales de empleo (PEM y POJH)
  • Pensiones asistenciales
  • Subsidio único familiar (SUF)
  • Subsidios de vivienda marginal
  • Programas de Salud.
  • El conjunto de los programas sociales proporcionan el equivalente al 43% del ingreso propio que perciben las familias más pobres de Chile.
    La mayoría de estos programas son administrados por las 330 Municipalidades del país, convertidas en los brazos territoriales del Gobierno central.
    ¿Cuántos son los pobres en Chile?
    No es fácil distinguir y fijar los límites de las situaciones de pobreza. La dificultad se encuentra al tratar de establecer la línea de la pobreza y cuales son los indicadores adecuados para tal objetos. Lo sustantivo es la mujer, el hombre, el joven o el niño a los cuales se les impone una condición de vida que les imposibilita ser, existir y desarrollarse en un espacio adecuado.
    Cómo delimitar el rango de los pobres, es un tema controvertido y ha habido estudios con diversos enfoques analíticos
    • MAPAS DE EXTREMA POBREZA
    Este indicador se construye con la definición de cuatro variables: tipo de vivienda, sistema de eliminación de excretas, hacinamiento y equipamiento del hogar.
    Sobre la base de la información de los censos de 1970 y 1982, ODEPLAN y el Instituto de Economía de la Universidad Católica, elaboraron durante los años 1975 y 1986 los respectivos mapas nacionales.

    • ENCUESTA ”CAS”
    Es un instrumento de selección de beneficiarios que se originó en 1979, cuando se crearon los comités comunales de asistencia social, con el objetivo de establecer un sistema que permitiera priorizar y seleccionar los beneficiarios de programas sociales mediante criterios sociales uniformes reorientando los subsidios estatales y mejorando la eficiencia en la asignación de los recursos.
    En 1980 se generó un instrumento de estratificación social conocido como Ficha CAS, el cual a través de una serie de preguntas socioeconómicas consideraba variables medibles que permitían discriminar entre grados de pobreza.
    Esta encuesta constituyó un avance en el conocimiento empírico de la realidad de las familias chilenas, este instrumento tenía una serie de limitaciones metodológicas que lo llevaban a caracterizar como pobres a quienes efectivamente no lo eran.
    A contar de 1982 se comenzó a evaluar el funcionamiento de la ficha CAS y en 1984 se llegó a la conclusión que solo el 14% del gasto social estaba efectivamente llegando a las familias más pobres. Se pensó que esta inequitativa distribución se asociaba a este instrumento y se estimo necesario rediseñarlo. Se contrató un equipo de expertos que procediera a reestructurar y modificar el sistema vigente elaborando un nuevo instrumento de estratificación social.
    El nuevo instrumento, conocido como ficha CAS 2, comenzó a ser aplicado a mediados de 1987 y se definió como etapas para el nuevo encuestaje a los beneficiarios antiguos y nuevos de subsidios únicos, familiares y pensiones asistenciales.
    En 1990, asumido el gobierno de la concertación de partidos por la Democracia, el instrumento es calibrado actualizando algunas ponderaciones de acuerdo a la realidad de ese entonces.
    En 1992 se actualizan los manuales operativos del sistema y se evaluan en forma sistemática el trabajo desplegado por las municipalidades en la toma de la encuesta.
    En 1996 se proceden a actualizar nuevamente los manuales operativos del sistema y se trabaja, en conjunto con las comisiones regionales del CAS, en el diagnóstico y evaluación de los software del CAS y se imparte las instrucciones para depurar los archivos comunales.
    • NIVELES DE INGRESO Y POBREZA
    Consiste en construir una canasta básica de alimentos por hogar que permitan conformar una dieta acorde con los requerimientos calórico- proteicos recomendados por organismos técnicos internacionales.
    En este enfoque, la pobreza en un sentido amplio sería aquella situación que enfrentan parte de las familias chilenas que al gastar su ingreso en forma habitual, en los rubros de alimentación, vivienda, vestuario, recreación, etc., no alcanzan a cubrir los requerimientos calóricos mínimos.3
    Las causas
    Se considera a los pobres como el sector que va “retrasado” con respecto del tren que camina desde la estación “sociedad tradicional” a la “sociedad moderna”.
    En esta perspectiva el problema central estaba en el sector agrícola, pues en él, se localizaba la mitad del problema nacional de pobreza. Por ello la Reforma Agraria, los programas de desarrollo agropecuario, la sindicalización campesina, etc. eran instrumentos centrales para modernizar la agricultura y ayudar así a que los pobres alcanzaran el tren del progreso.
    También en el sector urbano había una concepción similar. A ello respondían los programas de promoción popular, sindicalización, organización comunitaria, mientras la palanca industrializadora daba vía libre a nuestro convoy de desarrollo y bienestar.
    Todo lo anterior se daba en un contexto político democrático, crecientemente abierto y participativo. La pobreza, entonces, era una realidad social que se hacía sentir a través de diversas expresiones organizadas o a través de formas de mediación, como fueron los partidos y las iglesias.

    Pobreza en Chile 
    En Chile la pobreza se manifiesta en la vida de millones de personas, quienes sufren a diario restricciones de todo tipo, las que les impiden un desenvolvimiento de sus capacidades, y una auténtica realización humana. Muchas familias se desintegran y hombres, mujeres y jóvenes se sumen en la desesperación o la apatía, al comprobar que les resulta imposible superar las condiciones que los aplastan. La pobreza sigue siendo el principal problema nacional. Ningún chileno, grupo social, partido político o sector ideológico puede sustraerse de la búsqueda de caminos que contribuyan a terminar con esta deficiencia social.
    Lo más aplastante de la pobreza no consiste en la precariedad en sí misma de las condiciones de vida, sino en la falta de expectativas. Muchos de los afectados, sobre todo jóvenes, caen así en la apatía, el individualismo o las conductas antisociales. Pero en otros, emergen la solidaridad o la búsqueda de soluciones comunes.
    El Centro de estudio del Desarrollo, decidió publicar un libro, tomando como norte, el tema de la pobreza en Chile; este incluye sendos trabajos del sociólogo Eugenio Ortega y del economista Ernesto Tironi. En sus estudios están contenidos minuciosos recuentos de las diversas investigaciones efectuadas en los últimos años para cuantificar el número de pobres. Aunque todas ellas concluyen que el fenómeno afecta a un porcentaje considerable de la población el recuento sirve para comprobar las limitaciones de esos trabajos y las dificultades que ello plantea para las comparaciones intertemporales. No solo interesa conocer el número de afectados, sino quienes son, como se las arreglan para sobrevivir, cuales son sus aspiraciones, y que piensan de la sociedad. De esta forma se intenta avanzar en la comprensión de la forma en que sobreviven los pobres pese a la exigüidad de los ingresos que generan ($ 7.000, $10.000 ó $12.000 mensuales). Si bien esa suma se ve complementada por los subsidios directos y bienes y servicios otorgados al margen del mercado. Un ejemplo de la precariedad alimenticia a la cual se ven obligados a sustentar los individuos que integran este grupo; el hecho de comer una vez al día, alimentación que se basa en “tecito y pan”, caldo de huesos, etc. Prácticamente no salen de las poblaciones en que viven, en las que han sido concentrados deliberadamente, acrecentándose así la desintegración social y espacial imperante en el Gran Santiago, y en las que se advierte una aguda escasez de servicios básicos.
    Hoy en día existe, en Chile, una distribución inigual de las riquezas y del poder; el 20% de la población se reparte el 40% del ingreso total del país. Los recursos de distribuyen de forma desorganizada a causa del sistema macroeconómico. Si bien es cierto que la pobreza se ha reducido, entre 1987 y 1996, de un 49 a un 23% y los niveles de indigencia han bajado de un 17 a un 5,8%, el problema se ha agravado por otras variables, como el crecimiento de la desigualdad en la distribución de los ingresos; es de vital importancia que la comunidad busque una pronta solución a este problema. La clase media ha pasado, en los últimos años, por un permanente proceso de empobrecimiento. Contamos con una mala educación (tenemos un sistema poco moderno; ineficiente y selectivo), el 97,6% de la población no supera los 12 años de escolaridad. Chile tiene un crecimiento del 6% anual. El ingreso per cápita ha aumentado (U$800). El problema de la pobreza es mucho más marcado en los sectores rurales del país. Existe una importante falta de empleos y oportunidades, sobre todo para la gente joven. Y por último, es importante destacar que la democracia lleva pocos años en funcionamiento y aun no logra una real estabilidad. 2